Ese es el libro que he terminado esta tarde. Su autor, Juan Goytisolo.
No me gusta comentar libros, es labor de personas que están mucho más preparadas para ello, algunos hasta viven de ello, sin embargo, esta vez haré una excepción.
Quien piense que la excepción está relacionada con la excepcionalidad del libro, acierta de pleno. Es un relato impresionante, difícil de entender en ocasiones, demasiado descriptivo en otras, sin embargo retrata una España caciquil de los años 60 que empieza a abrirse al mundo, con una serie de personajes que construyen una historia sobre el olvido de aquellos que perdieron; perdedores todos al fin y al cabo en una espiral de aletargamiento generalizado.
El libro parece escrito en tonos grises, es triste, no deja ningún sitio para la esperanza.
Quizás esa es la diferencia entre un libro y un ser vivo, y eso no se nos debe olvidar nunca, y es que un ser, mientras esté vivo, tiene esperanza de seguirlo estando.