Páginas

lunes, mayo 16, 2011

Sentido crítico

Un muy buen amigo mío, con el que desayuno prácticamente todas las mañana, siempre que quiere hacer daño comienza la frase con un "te quiero decir algo, pero sin acritud, no te lo tomes a mal".


 Es curioso el uso que se le da al término -sin acritud- tras parapetarnos con él, podemos decirle a todo  hijo de vecino que nos está escuchando cualquier barbaridad que se nos ocurra, la que sea.

 Sin embargo, y en ese espíritu crítico que nos tiene que envolver, quién utiliza dicho término se arriesga muy seriamente a ser juzgado, y seguramente que en ese juicio tengamos en cuenta un principio básico, que realmente esa persona se cree con una mejor capacidad de raciocinio que tú, pues tiene la capacidad de criticarte o sancionarte dada esa mayor elevación de su espíritu y mente auto imputados. En resumen, un auténtico gilipollas.

 No obstante, rija en nosotros la cordura, y atendamos con cierta calma al discurso -sin acritud- que vayamos a recibir. Tampoco nosotros somos mejores que el resto.

No hay comentarios: