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miércoles, marzo 08, 2006

el primer fuego

No sé porque las películas relacionadas con la prehistoria tienen la mayoría de las veces como protagonista a un dinosaurio, habiendo unos cuantos millones de años de diferencia entre el último de ellos y el primero de nosotros. Comedores de hombres por excelencia, con unos movimientos recién salidos de una ortopedia y que por supuesto, siempre acaban cayendo al vacío del volcán en erupción de turno.

Quizás ese es el mérito que tiene “En busca del fuego”, basada en la novela de Joseph Henry Rocín, narra las peripecias de tres jóvenes guerreros de la tribu Ulam en busca de un fuego absolutamente necesario para su existencia. Un mundo hostil lleno de peligros (sin dinosaurios), con gestos y sonidos guturales como medio de comunicación, sin sentimentalismos baratos, hacen de esta película una creíble representación de lo que debió ser una vez la humanidad.

¿Nos podemos imaginar a tres jóvenes guerreros de nuestra avanzada época buscando el fuego? ¿se imaginan ustedes a tres jóvenes con su vehículo “tuneado” buscando algo necesario para su existencia? Yo no, es imposible, no me llega la imaginación a tanto.

Los paralelismos son claros, un mundo hostil, lleno de peligros, sin dinosaurios y “casi” con gestos y sonidos guturales para su comunicación.

¿Qué ha cambiado si el fuego siempre ha sido, es y será fuego? Seguramente que es real, esa es la gran diferencia. Pero no apliquemos la frase “real como la vida misma”, pues es muy probable que nos equivoquemos…y en esas estamos.

1 comentario:

Anónimo dijo...

A mí los dinosaurios siempre me han parecido de cartón. Y cuando me enteré que eran hervíboros aun más. Sin embargo lo que me impresiona es su huella, remarcada en la cuarcita. Ahí si que me acojono. pero el fuego lo relaciono con algo mas sensual, más de cercanía en la caverna, con mujeres de largo pelo y hombres que las acarician por detrás....
(Calor y luz...ES MUCHO para esa época)